Importancia de la composición de la grasa dietética en el metabolismo del tejido adiposo

Resumen

El mantenimiento del peso corporal requiere que se produzca un balance neutro entre la energía ingerida a través de la dieta y la energía consumida por el organismo y además un balance neutro de nutrientes. Las dietas ricas en grasa favorecen el acúmulo adiposo debido no sólo a la hiperfagia calórica que inducen, sino también a la escasa capacidad del organismo para adaptar la oxidación de los lípidos a su ingesta, a diferencia de lo que ocurre con los hidratos de carbono. Otro factor que puede influir en la adiposidad es la composición en ácidos grasos de la dieta. Estos condicionan el perfil lipídico de los fosfolípidos de membrana de los adipocitos y de los triglicéridos almacenados, modificando así el proceso de movilización lipídica. Por otra parte, algunos ácidos grasos modifican la actividad de la lipoproteína-lipasa y de los enzimas lipogénicos. Además, mientras que unos ácidos grasos son destinados preferentemente a la oxidación, otros son orientados al almacenamiento y otros son utilizados con fines estructurales. Finalmente, algunos ácidos grasos estimulan la termogénesis inducida por la dieta, generando así un incremento del gasto energético.